El mercado de valores es
una de las fuentes más importantes para que las empresas puedan recaudar
dinero. Esto permite a las empresas que cotizan en bolsa recaudar capital
adicional para la expansión mediante la venta de nuevas acciones. Además, la
liquidez que proporciona permite a los inversores comprar o vender las acciones
existentes de forma rápida. Esta es una característica atractiva de la
inversión en acciones, en comparación con otras inversiones, menos líquidas
tales como bienes inmuebles.
La historia ha
demostrado que el precio de las acciones y otros activos es una parte
importante de la dinámica de la actividad económica, y puede influir o ser un
indicador de la situación económica. Una economía donde el mercado de valores
va en aumento se considera boyante. De hecho, el mercado de valores es a menudo
considerado el principal indicador de la fortaleza económica de un país y el
desarrollo. El aumento de precios de las acciones, por ejemplo, tienden a estar
asociados con el aumento de la inversión empresarial, y viceversa. Los precios
de las acciones también afectan a la riqueza de los hogares y su consumo. Por
lo tanto, los bancos centrales tienden vigilar el control y el comportamiento
del mercado de valores y, en general, el buen funcionamiento del sistema
financiero. La estabilidad financiera es la razón de ser de los bancos
centrales.

El buen funcionamiento
de todas estas actividades facilita el crecimiento económico disminuyen los
costes y riesgos promoviendo la producción de bienes y servicios, así como el
empleo. De esta manera el sistema financiero contribuye a una mayor
prosperidad. Un aspecto importante de los mercados financieros modernos, sin embargo,
incluyendo los mercados de valores, es la absoluta discreción.
Una característica presente en las economías
de países desarrollados o en vías de alcanzarlo, es poseer un Mercado de
Valores amplio y desarrollado. En estos países, el ahorro interno de los
ciudadanos es en buena parte canalizado hacia el mercado de valores y de
capitales, para que éste sirva eficientemente en la asignación de esos
recursos. De esta manera el sector privado financia sus inversiones y
crecimiento de mediano y largo plazos, así como también el sector público
accede recursos para cubrir necesidades de financiamiento del gobierno central,
municipal y entes estatales.
Difícilmente hoy, puede
un país mantener tasas de inversión creciente, como de desarrollo económico
sostenido, si no cuenta con un Mercado de Valores robusto, de amplia y sólida
participación. En estos países, tanto el Estado como el sector privado trabajan
conjuntamente en la elaboración y promoción de leyes, normas; así como de
formas de perfeccionamiento del Mercado de Valores que permiten su desarrollo,
transparencia y seguridad.

En
consecuencia, la decisión del ex Ejecutivo Nacional que redujo sustancialmente
el mercado de valores y a sus agentes en la Bolsa de Valores de Caracas, no
solo es opuesto a la dinámica moderna de financiamiento de los mercados a nivel
mundial, sino que redujo sustancialmente la posibilidad que los pequeños y
medianos inversionistas y ahorristas puedan acceder a inversiones rentables y
distintas a las tradicionales del mercado financiero bancario
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